- Enero a julio del 2008 -> Mala racha... pues si todo lo bonito según dicen tiene que acabar pues es lo que me ha pasado en los últimos 7 meses desde que llegué de mi último viaje de Roma.
Decidido a empezar mi carrera profesional en el mundo laboral, después de hacer unas 36 entrevistas de trabajo, falsas ilusiones, expectativas de futuro y todo lo que pueda dar de si 7 meses he llegado a la conclusión de que todo forma parte de la experiencia humanoide. La carta de abajo que va dirigido al consejero del ministerio de trabajo e inmigración cuenta todos los pormenores que he tenido que pasar desde hacer hasta 3 o 4 entrevistas en un día, a una entrevista por medio de una videoconferencia con una empresa francesa situada en París que estaban dispuestos a contratarme después de pasar unos 6 meses de practicas en la ciudad de la luz en sus instalaciones, pero el problema era que el lugar donde tenia que trabajar se encontraba a unos 650 Km de mi casa puesto que el trabajo estaba en Barcelona...
Pero todo se ha solucionado gracias en parte a la ayuda que me ha dado mi padre.
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A quien corresponda
Encontrar el primer empleo no es tarea fácil en muchos casos, pero para los reagrupados extranjeros que habiendo estudiado en territorio español y después de haber obtenido muchas ayudas económicas y becas por parte del gobierno es aun peor.
Pongo como testigo mi situación actual, soy residente Peruano de 23 años legal en España desde hace poco más de 2 años. En el reverso de mi carnet de identidad del permiso de residencia propone en observaciones la siguiente paradoja difícil de resolver: “TEMPORAL SEGUNDA RENOVACION NO AUTORIZA A TRABAJAR”, “DEPENDE DEL PADRE CON NIE NUMERO”.
Me titulé en administración de sistemas informáticos de grado superior en el año 2007 en la comunidad de Madrid domino tres idiomas a parte del español, llegué a España en junio de 2001 con mis padres a buscar una calidad de vida mejor; después de haber probado suerte sin éxito en Ginebra y Roma desde 1995. Obtuve el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria y el título de bachiller correspondientemente; ya desde el cuarto curso de la ESO pasé a ser becario, donde recibí una suma de dinero para costear los materiales didácticos y de movilidad. Ayudas que seguí recibiendo de manera ininterrumpida cada año hasta que me titulé, calculo que la suma total asciende a una cantidad estimada a los 9 mil euros.
Obtuve varias becas de movilidad, dos becas MEC de ayudas para la realización de cursos de lengua inglesa en países anglosajones y una beca Leonardo por parte de la comunidad de Madrid , para la realización de las prácticas en empresas en una ciudad de la Unión Europea, durante un periodo total de tres meses. Además de las becas y las ayudas económicas que el estado español me proporcionó, me apunte a la seguridad social como demandante de empleo con el fin de acceder a cursos de capacitación que durante las vacaciones de verano la comunidad ofrece, hice varios cursillos de capacitación en el ámbito profesional de la informática.
Llegado el momento de acceder al mercado laboral y de dejar de depender económicamente de mi padre con el objetivo de aportar estabilidad económica en mi familia debido a la recesión actual, decidí que había llegado el momento de echar mi currículo vitae a las innumerables empresas de informática que existen en Madrid. Fui contactado por una treintena de empresas de las cuales la mayoría de ellas querían incorporar personal de manera inmediata, aclarándome seguidamente que mi perfil era lo que estaban buscando, pero en las entrevistas que el personal de recursos humanos me hacían, llegaba el momento en que me formulaban una y otra vez la siguiente pregunta: ¿dispone usted del
PERMISO DE TRABAJO?En teoría puedo acceder a un empleo. Puedo encontrar una empresa que me haga una oferta laboral y, oferta en mano, solicitar el permiso de trabajo. Puedo esperar un embrollado laberinto burocrático que tarda seis meses, según los sindicatos, en que me tramitan ese permiso. Y, con el permiso en el bolsillo, puedo empezar a trabajar.
En la práctica, según mi punto de vista la empresa no tiene la facilidad de esperar todo ese tiempo que dura el trámite y, en menos de una semana, habrá contratado a otro profesional.
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